Sirenas y Mermaids: Mitología

Sirena by LMessecar
En el mundo latino moderno, heredero del antiguo Imperio Romano, existe cierta confusión sobre el término sirena. Aunque la tradición proveniente de los países germánicos en los s. XVIII y XIX, con los Hermanos Grimm y otros autores prestigiosos, haya aportado la visión actual de las sirenas, esto se debe a un error bastante común en las traducciones de la época a las lenguas latinas y que ha perdurado hasta nuestros días.

Lo que en general conocemos y asociamos con una sirena, las mujeres con una parte superior humana y una inferior de pescado, son lo que se conoce en realidad con el nombre de Mermaids; en tanto que las sirenas como tales derivan de la mitología griega, en la que aparecen como pájaros, cómo si de águilas enormes se tratara, con cabeza de mujer o aún la parte de los pechos y superior.

Lejos de parecer tan dulces y atractivas como las mermaids nórdicas y germánicas, las sirenas contaban solamente a su favor con el poder de su canto. El episodio más conocido de la intervención de las sirenas lo encontramos durante la travesía de Odiseo (Ulises) en la Odisea. Es de sobras conocido cómo la tripulación de la nave se vio forzada a pasar cerca de la isla de las sirenas, y Odiseo, valiente navegante, quiso escuchar su canto embelesante.

Tuvieron, por ello, sus marinero que taparse los oídos para no escuchar ellos los cantos y amarrar con cuerdas a Odiseo al mástil de la nave. Solamente así pudieron pasar sin mayores problemas que los delirios y deseos de Odiseo mientras estaba sometido al embrujo del canto.

Las sirenas griegas eran seres peligrosos, con los que era mejor no cruzarse. Feroces y malvadas se servían de su hermosa voz para atraer a los navegantes a sus costas. Una vez éstos caían en la trampa y estaban lo suficientemente cerca, las sirenas se abalanzaban sobre él y lo devoraban sin piedad.  Es por ello importante distinguir entre las sirenas griegas y las mal llamadas sirenas nórdicas. Éstas últimas, las mermaids, si viven efectivamente en el mar; aunque no se halla ninguna referencia concreta a las capacidades de sus cantos.

El atractivo que generan las mermaids proviene, en realidad, por su pelo, generalmente largo y rubio, que acostumbran a peinar recostadas en alguna roca sobresaliente del mar o cercana a la costa. Ellas sienten predilección por los marineros, y tienden más a la ayuda que a la traición.  Son muchos los casos en los que marineros y guerreros de toda clase se han enamorado de ellas, pues su belleza es característica de un grupo de seres similares y asociados con las culturas nórdicas y célticas. En nuestro país, en Galicia, encontramos seres que también se sirven de su cabello, como las Mouras, para embelesar a los que tienen la suerte de verlas (si bien esa suerte puede terminar en desgracia, dependiendo de cada uno el resultado).

El pelo de las sirenas, y el hecho de peinarse, es una marca de sexualidad y sensualidad que proviene de los siglos centrales de la Edad Media.  Una última diferencia aclaratoria entre un tipo y otro de sirenas podemos extraerlo del medio en el que viven unas y otras. Como ya hemos podido ver, las sirenas viven en islas y surcan los cielos; en tanto que las mermaids viven en el agua y solo ocasionalmente salen a la superficie (casi siempre con fines positivos).  El agua, como símbolo en la mitología, es indicador de pureza; un lugar en el que el Mal no puede habitar; por ello las mermaids representan criaturas benéficas.

La tierra, y en especial el aire, son lugares más peligrosos y es allí donde moran las sirenas. El aire lo lleva todo, lo bueno y lo malo, por eso las sirenas viven en la tierra y tienen cuerpo de pájaro para poder volar; embelesando con sus canciones transmitidas precisamente a través del medio aéreo.

Fuente: Puntmagicbarcelona

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