Es considerada como un argumento acerca de los problemas de la autoridad impositiva, el gobierno y el poder público en general como garantía de la explotación; las leyes del Estado, tal como aparecen en la obra, son esencialmente corruptas e instrumento de opresión de los poderosos sobre los débiles y no son más que el arma de la que se sirve la tiranía humana. Expresa a su vez la aspiración a que la razón guíe los actos de los individuos, en lugar de las instituciones públicas.
"¿Saben, dicho sea de paso, que Godwin escribió su Caleb Williams al revés? Comenzó enmarañando la materia del segundo libro y luego, para componer el primero, pensó en los medios de justificar todo lo que había hecho."
Charles Dickens
La novela, escrita en primera persona, sigue los juicios de Caleb Williams, que descubre un oscuro secreto de su maestro, Squire Falkland, y se ve obligado a huir de la venganza de su maestro a pesar de sus promesas de nunca revelar lo que ha aprendido.
El libro primero cuenta las maquinaciones de Tyrrel, un tirano y arrogante terrateniente que arruina a un arrendatario de sus tierras, de nombre Hawkins, por negarse a ceder ante uno de sus caprichos, y que provoca la muerte de su sobrina, Miss Melville, ante la negativa de ésta de casarse con un patán que él había dispuesto. En el curso de estos hechos, Tyrrel entra en conflicto con el idealista y benevolente Falkland, un terrateniente vecino al que humilla en público, y tiempo después el tirano aparece asesinado, de modo que las sospechas caen sobre Falkland; sin embargo, son Hawkins y su hijo quienes son juzgados y ejecutados. A partir de este momento Falkland se vuelve excéntrico y solitario.
Las aventuras de Caleb Williams: William Godwin
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