Rusalka ,dentro de la mitología eslava, una rusalka (plural:rusalki) era un fantasma, ninfa del agua, súcubo o demonio que vivía en un canal.
De acuerdo con muchas tradiciones, una rusalka era una sirena,  quien vivía en el fondo de los ríos. A medianoche, acostumbraban salir y  bailar en los prados. Si veían a un hombre hermoso, lo hechizaban con  canciones y bailes, y entonces lo conducían al fondo del río a vivir con  ellas. Las historias acerca de las rusalki tienen paralelismos con la Nix griega y la banshee irlandesa.  Ella poseía la sabiduría universal de todo los conocimientos y de todas  las ciencias, era la que otorgaba inteligencia a todo ser, dependiendo  de las órdenes de Flintz.
En algunas ocasiones se dice que la rusalka es un ser muerto,  asociado con la "fuerza oscura". De acuerdo con Zelenin, las personas  que han muerto violentamente y antes de tiempo, así como aquellas  mujeres que se han suicidado porque su novio rompió con ellas, o  aquellas que se quedaron embarazadas fuera del matrimonio, deben pasar  el tiempo asignado de vida como espíritus en la tierra.
Existe otra versión que sostiene que una rusalka es el alma de una  mujer joven que ha muerto cerca de un río o un lago, y embruja dicho  lugar. No es necesariamente mala, y le será permitido morir en paz si su  muerte es vengada.
También se dice que son niños que no han sido bautizados, por lo  general aquellos que nacieron fuera del matrimonio y que son abandonados  por sus madres. Estos seres vagan por el bosque y piden ser bautizados  para poder tener paz. No son necesariamente seres inocentes, e incluso  podrían atacar a un ser humano.
Debido a que el lugar al que pertenece es el río en que murió, la  rusalka puede salir de él y trepar a un árbol, donde se sienta y canta,  puede ir a un muelle y cepillar su cabello, o unirse a otras y bailar en  el campo.
En algunas ocasiones se dice que los ojos de una rusalka brillan como  fuego verde, en otras se dice que ellas son extremadamente pálidas, sin  pupilas visibles, como en el famoso dibujo de Iván Bilibin.  Su cabello es descrito como de color verde, y siempre húmedo. Según  algunas leyendas, si se secase su cabello, la rusalka moriría.
A las rusalki les gusta seducir a los hombres. Los seducen con su  canto y después los ahogan. Los hombres que son seducidos pueden morir  en sus brazos, y se dice que oír su risa, también puede provocar su  muerte.
Gráciles hechiceras de ríos, arroyos y estanques, las rusalky rusas  tenían fama de asesinas de hombres, atrayendo a sus víctimas hacia una  muerte líquida. No obstante, algunas rusalky amaban a los mortales y una  incluso abandonó su lago para casarse con un príncipe. La única  condición para la unión era que la rusalky permanecería entre los  humanos mientras él le fuera fiel. Ante una infidelidad, la rusalky  volvía a su hogar y un simple abrazo significaría la muerte.
Se creía que las "rusalki" eran más peligrosas durante la Semana de las Rusalka  a principios de junio. Durante esta época abandonaban la profundidad de  las aguas para columpiarse en las ramas de los abedules y de los sauces  por las noches. Nadar en esta semana estaba estrictamente prohibido por  temor a que las sirenas arrastrasen al nadador hasta el fondo del río.
Max Vasmer subraya que la misma palabra rusalka hacía referencia a los bailes de las jóvenes durante Pentecostés.  La palabra proviene del griego ῥουσάλια, o sea, "rosalia", que es el  término en latín para denominar la semana de Pentecostés (que  significaba en sus orígenes "el festival de las rosas").
 

 
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