El ojo de Horus

El Ojo de Horus, también llamado Udyat, y su significado es "el que está completo", fue -y es en algunas civilizaciones o religiones- un símbolo de características mágicas, protectoras, purificadoras, sanadoras, símbolo solar que encarnaba el orden, lo imperturbado, el estado perfecto. El Udyat es un símbolo de estabilidad cósmico-estatal.

El Ojo de Horus, o Udyat, se utilizó por primera vez como amuleto mágico cuando Horus lo empleó para devolver la vida a Osiris.

Gozó de gran popularidad en el Antiguo Egipto, siendo considerado un amuleto de los más poderosos: potenciaba la vista, protegía y remediaba las enfermedades oculares, contrarrestaba los efectos del "mal de ojo" y, además, protegía a los difuntos. Como talismán simboliza la salud, la prosperidad, la indestructibilidad del cuerpo y la capacidad de renacer. Incluso en la actualidad se sigue utilizando como amuleto por personas que practican diversas religiones en todo el mundo.

Aunque cave mensionar que en algunas civilizaciones este simbolo representa la vision, el conocimiento de lo alto, entre muchos otros significados, asi que concretamente no tiene un significado fijo.

En donde se observa que es utilizado como un simbolo, o, que es, es en el libro sagrado o libro magico llamdo El libro de los muertos donde nos mensiona en el capitulo 112  lo sigueiente:

"El Ojo de Horus es tu protección, Osiris, Señor de los Occidentales,
constituye una salvaguarda para ti: rechaza a todos tus enemigos,
todos tus enemigos son apartados de ti."

 E l ojo de Horus ó Udjat, (siempre en singular) era para los antiguos egipcios un símbolo protector, mezcla de ojo humano y halcón peregrino. Los antiguos egipcios incorporaron este elemento mágico a la navegación, tanto en el Nilo, como en el Mediterráneo, pintando dos ojos gemelos pero independientes, a proa en las bandas, tanto para barcos que transportaban reyes y divinidades como para viajes particulares y de carga, usándolo también, a veces, en remos. Son varias las versiones del mito, una de ellas cuenta que son los ojos de Dios. Desde esa época primordial es usado como el más potente amuleto contra el mal de ojo, que hace bajar la vista al que viene con influencias negativas.

Generalmente se identificaba el ojo derecho con el Sol, Dios Re ó Ra, pintándolo con colores oro, ocres vivos, anaranjados y rojos, y al ojo izquierdo con la Luna ó con el Dios Halcón Horus, el dios que todo lo ve, aún de noche, se lo pinta con colores fríos, blancos, azules y negros. Siendo tan dura y expuesta al peligro la vida en el mar, poco puede sorprender que entre los navegantes del Mare Nostrum, se extendiera la costumbre de pintar o tallar en proa del lado externo de las bandas de las naves, dos ojos, constantemente abiertos, para atisbar y eludir peligros que se escapan a la percepción humana.

Usada contra el mal de ojo, la Udjat, saltó fronteras como protectora de la navegación, penetrando en diferentes culturas del mediterráneo. El pueblo fenicio-púnico y/o cartaginés, fue el que, gracias a su supremacía naval, lleva este amuleto y su estilo oriental al occidente mediterráneo.

También la usaron sus aliados los etruscos-tirrenos. Los antiguos griegos-helénicos, herederos directos de lo egipcio, con sus colonias al norte del Nilo, pintaron en sus naves, grandes ojos redondos, sus Ophtalmoi, con otra forma y sentido religioso pero adoptando su carácter marcadamente supersticioso.

Y esta tradición se mantiene viva por siglos en los barcos de algunos lugares, donde estas culturas dejaron su semilla, como el Tirreno, el Egeo y el Cantábrico.  Hoy podemos verla, aunque ya haya perdido su característica iconográfica, en barcos de pesca y transporte, en diferentes puertos y actividades. Llegando inclusive a Asia, donde se pueden ver ojos marcadamente asiáticos en barcos de pesca en Vietnam. Iconos de la isla de Malta, los Luzzu, barcos de pesca y los Dhajsa, embarcaciones de paseo, son orgullosos portadores de la Udjat. También hay Udjat en los barcos de Cerdeña y Chipre. Ahí están en barcos de Cataluña y de Portugal, como testimonio de antiguos contactos fenicio-púnicos. Y en el golfo de Vizcaya, ratificándolos, en los barcos de pesca vascos, donde se usa desde tiempo inmemorial una estilizada Udjat, más conocida como Begi-Ordeak ó begijet, en Euskera.

Adoptada también, por respeto y por las dudas, por el conocido navegante francés Bernard Montessier, quien la pintó en las bandas de su querido Joshua.

Este es un tema muy extenso, y debido a ello se decidio agregar este documental narrado e ilustrado por La escuela de misterios:



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