El cazador de vampiros; Timothy White

Como los vampiros ganar en popularidad, empiezan a atraer a un tipo diferente de persona, así: el cazador de vampiros con estilo propio. El espectáculo de larga duración popular de la televisión, Buffy the Vampire Slayer, sobre un grupo de combatientes de vampiros adolescentes en California, ha influido en esta subcultura. Mientras que para muchos, es sólo juego de roles, algunos toman este juego con seriedad mortal.

El 12 de marzo de 2004, Timothy White fue detenido frente a una iglesia en Jacksonville, Florida por disparar a un compañero de trabajo dos veces en una tienda Domino Westside de entrega de pizzas. Tenía fama de ser un nacido de nuevo, lectura de la Biblia cristiana con una obsesión con los vampiros y zombies. Al parecer creía que la víctima, David Harrison, era un vampiro y que él, el blanco, era un asesino de vampiros. Disparó Harrison, 22, en la cara y el estómago. Luego se fue, pero antes de los disparos, un testigo había visto a él rondeando fuera de la tienda. Al preguntarle por qué estaba allí, él respondió que era "caza vampiros".

Al detenido, que estaba armado con un cuchillo, una escopeta de cañones recortados, y tres pistolas. Él no tenía antecedentes penales, pero algunas personas dijeron que él guardó para sí. Su víctima en realidad había sido un amigo de mucho tiempo. Desde Harrison fue herido y no murió, Blanco fue acusado de agresión agravada con un arma criminal.

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En Colorado, Kirk Palmer, de 28 años, mató a Antonia Vierira con una escopeta porque creía que Vierira había vuelto a su novia en un vampiro. Fue acusado de asesinato, pero el testimonio en el juicio apoya el diagnóstico de esquizofrenia paranoide. Le había dicho a un psicólogo que cuatro días antes del tiroteo en julio de 2001, se había eliminado una astilla de pulgar de su novia y "vio" Vierira salir de su cuerpo para decirle que había sido mordido y ahora era un miembro de su vampiro pandilla. Enfurecido, él había tratado de combatir Vierira la única manera que podía, matándolo.

Inmediatamente después del homicidio, había ido a Canadá para "limpiar su espíritu".

El 10 de marzo de 2004, fue declarado no culpable por razón de locura y condenado a un hospital mental en el Pueblo.