Después él buscaría niños abandonados deambulando en la
estación de tren y para llevarlos a casa. Pronto se unió a un “prostituto guapo”
llamado Graf quien tuvo mucha mejor
suerte. Habían llevar a los niños a casa de Haarman, darles de comer, y luego Haarman abusaba de ellos,
obligándolos a tener relaciones
sexuales. A menudo, las víctimas simplemente desaparecerían. Una vez que la
policía capturara a Haarman en el
acto fue arrestado por abuso sexual. No tenían ni idea de que había asesinado a
otro chico y tenía la cabeza sentada allí bajo algunos periódicos.
A medida que hablaba, llamaba a sus víctimas "un juego". Él describió cómo iba a agarrar a los niños, con sueño de una gran comida, y mientras ellos masticaban el a travesó su garganta hasta que la cabeza fue cortada prácticamente desde el cuerpo. Como probó su sangre, él alcanzó el orgasmo. A continuación, corta la carne de sus cuerpos, consume algo de ella, y vender el resto en el mercado abierto como carne masacrada. El resto de las partes las descargaba en el canal.
Armado con pruebas espeluznante para 27 de los asesinatos, los investigadores aseguraron convicción Haarmann y fue condenado a morir por fusilamiento. Momentos antes de que la espada cayera, Haarmann anunció que se trataba de su boda.
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