Al parecer, ella cree que esta práctica podría frustrar una condición de pérdida muscular que tenía, pero su crimen parece tener una agenda diferente. Como se informó en la prensa de Odessa, que Semenuha apodado "la bruja vampiro", invitó a que los niños con promesas de comida y una cama, les dio alcohol y los había oler pegamento para que sean flexibles, y luego los desangraba y bebía de ellos.
Lo que ella no le era de utilidad, se vendia a los practicantes de la magia negra que participaron con ella en red oculta en el puerto del Mar Negro.
La policía fue alertada sobre esto y allanaron su
apartamento en Odessa. El lugar estaba pintado de negro, las ventanas
cubiertas con un paño negro, y la iluminación era con velas negras. Encontraron atados en camas a siete pequeños, todos ellos
drogado. En el cateo también se encontró un cuchillo de grandes
dimensiones y una copa de plata grabada con símbolos que se consideran para la
brujería. De hecho, tras su detención, Semenuha dijo que su ocupación
era la de ser "bruja".
Durante la investigación posterior, después que
Semenuha admitiera que tomaba la
sangre de los niños, se supo que ella enseñaba la brujería a otros y permitir a
sus alumnos beber la sangre de ella.
Ella no veia lo que estaba haciendo como un delito, ya que
no había un intercambio justo y ninguna fuerza o la violencia. Creía que
alimentando a los niños y dándoles refugio, decía que si paga era la sangre.
Los siete niños que fueron rescatados de su casa desaparecieron en las calles otra vez, haciendo que el caso en contra de la “bruja vampiro” difícil de procesar.
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