La maldición del hombre lobo es una buena película de los estudios Hammer sobre la leyenda del hombre lobo, que adapta una novela de Guy Endore. La génesis y posterior niñez del licántropo están desarrollados de forma admirable, con una definición de ambientes y personajes realmente atractiva y sugerente.
La fotografía llena de colorido de Arthur Grant y el detalle en la realización de Terence Fisher logran captar un escenario histórico marcado por la superstición, la religión y la diferencia de clases.
Cuando el protagonista principal crece y establece desde posturas románticas una lucha interna con su naturaleza dual, el film se muestra más formulario dentro de los cánones vistos en los títulos que acometen esta figura, pero siempre narrado con buen pulso por el maestro Fisher y muy bien interpretado por Oliver Reed.
Terence Fisher, uno de los grandes maestros del género de terror, aborda aquí el mito del hombre lobo configurando una de sus mejores películas. El film consta de dos partes claramente diferenciadas, en la primera se nos narra el origen de la maldición y los primeros años del niño-lobo de forma magistral. La atmósfera creada (brillante y colorida fotografía de Arthur Grant) y la presentación de unos personajes tremendamente atractivos entronca directamente con la literatura gótica de finales del S.XVIII y primer tercio del S.XIX.
En la segunda parte, que sin llegar a las cotas de perfección narrativa de la primera sigue resultando magnífica, nos encontramos ya ante el hombre-lobo ( estupenda y dolida interpretación de Oliver Reed) que se enamora de una joven ignorando, en principio, su maldición.
No se trata de una película de terror al uso, sino más bien de una tragedia inevitable, una seria reflexión sobre los efectos de la licantropía que en sus últimos minutos (la muerte del hombre lobo en el campanario a manos de su padrastro) puede llegar incluso a conmover.
Fisher apoyado en el magnífico guión de Anthony Hinds (que se basa en la novela de Guy Endore; El hombre lobo de París) incide en la desigualdad social como génesis de la maldición, de ella se derivan la humillación, violación y asesinato posteriores dando lugar al nacimiento de un ser atormentado y no deseado, en el que el alma humana estará en constante lucha con el espíritu del lobo, una lucha que sólo puede desaparecer con el amor, lástima que este raras veces resulte victorioso.
La maldición del hombre Lobo: 1961
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