Primera versión sonora del mito que nunca fue estrenada en las pantallas españolas, ya que en estas se estrenó el Drácula hispano. El espectador español pudo visionarla a través de la televisión y más tarde también en vídeo. Tod Browning quiso adaptar entre otros clásicos de la literatura de terror a Drácula. Para ello contaba con la participación de Lon Chaney en el papel de Drácula, pero la muerte de este a causa de un cáncer hizo cambiar el rumbo de la producción. Después de barajarse a varios actores como candidatos, la decisión recayó en Béla Lugosi que ya había interpretado a Drácula en el teatro en 1927.
Tod Browning fue un gran director del cine mudo, pero sin embargo cuando llegó el sonoro le costó adaptarse un tiempo, y en general tuvo problemas para tan radical cambio, como decían sus allegados al bueno de Tod le daba miedo el sonido. “Drácula” pertenece a esa etapa de adaptación y por eso no es perfecta.
La falta de dinamismo es evidente en toda la cinta, lo que es aún más complicado de entender cuando sólo dura una hora y diez minutos. Sin embargo cuando más sosiego requería que es en su parte final, todo se vuelve apresurado y se remata de forma y manera precipitada.
En el contenido de la pelicula podemos apreciar como Renfield viaja al castillo del Conde Drácula en Transilvania, por una cuestión de negocios. Allí es mordido por el Conde convirtiéndole en su discípulo. La goleta que lleva a Drácula y Renfield a Inglaterra, llega a Whitby con todos los tripulantes muertos. El único superviviente es Renfield que, es internado en el sanatorio del Doctor Seward, en las afueras de Londres. El sanatorio linda con la propiedad de Drácula, una vieja abadía que Drácula adquirió en su secreta reunión de negocios con Renfield en el castillo.
Parte 1
Parte 2
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