En esta novela vemos como el estudiante Tomás Rodaja marcha a Salamanca a estudiar acompañando de un noble y allí se licencia con honores; viaja por diversas ciudades de Italia, pero pierde la razón a causa de una pócima de amor que le han suministrado en secreto y cree tener el cuerpo de vidrio y ser sumamente frágil, por lo que se obsesiona con la idea de romperse en mil pedazos. Sin embargo, su agudeza es sorprendente y todos le consultan a modo de consejero. Finalmente recobra el juicio, pero ya nadie le contrata ni va a verle.
Critica:
Utilizando su breve argumento como marco, "El licenciado Vidriera" es una colección de aforismos y enseñanzas útiles y morales, muy similar a las misceláneas tan comunes en el Siglo de Oro, como la Silva de varia lección de Pero Mexía o el Jardín de flores curiosas de Antonio de Torquemada, por ejemplo.Por su planteamiento argumental, "El licenciado Vidriera" tiene algunas semejanzas con respecto al Quijote: el personaje principal es un hombre discreto e inteligente, que a causa de una desaforada lectura pierde el seso y se convierte en un monomaníaco: en el caso de Don Quijote, se convence de ser un caballero andante; en el caso del licenciado, cree haberse convertido en cristal. Sin embargo, en la "novela ejemplar" la locura del personaje no es más que una excusa, apenas desarrollada, para la presentación de enseñanzas generales, mientras que la de don Quijote se desarrolla y se presenta con infinidad de matices a lo largo de la obra.
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Parte 2
Parte 3
Parte 4
Parte 5
Parte 6
Parte7
Parte 8
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