Enûma Elish; Un poema babilónico

Enûma Elish es un poema babilónico, en donde se narra el origen del mundo. Enûma Elish en acadio significa "cuando en lo alto", y son las dos primeras palabras del poema. Está recogido en unas tablillas halladas en las ruinas de la biblioteca de Asurbanipal (669 a. C. - 627 a. C.), en Nínive.

Cada una de las tablillas contiene entre 115 y 170 líneas de caracteres cuneiformes datados del año 1200 a. C. El poema está constituido en versos de dos líneas, y la función del segundo es enfatizar el primero mediante oposición, por ejemplo:

"Cuando en lo alto el cielo no
había sido nombrado,
no había sido llamada con
un nombre abajo la tierra
firme".
Según esta cosmogonía, antes de que el cielo y la tierra tuviesen nombre (no tener nombre equivalía a no existir), la diosa del agua salada Tiamat y el dios del agua dulce Apsu, engendraron una familia de dioses con la mezcla de sus aguas, y estos a su vez a otros dioses. Estos nuevos dioses perturbaban a Apsu, que decidió destruirlos. Aunque uno de ellos, Ea, se anticipó a los deseos de Apsu haciendo un conjuro y derramando el sueño sobre él, para luego matarlo. Ea, o Nudimmud, el dios parricida, junto a Damkina, engendró a Marduk, el dios de Babilonia. Al tiempo, Tiamat es convencida de tomar venganza y rebelarse, decide dar mucho poder a Kingu, su nuevo esposo, y le entrega las tablillas del destino. Marduk es nombrado por los dioses para enfrentar a Tiamat, accede con la condición de ser nombrado "príncipe de los dioses o dios supremo", finalmente vence a Tiamat y la mata. Luego le son arrebatadas las tablas del destino a Kingu.

Marduk, exultante, planea realizar obras estupendas y las comunica a Ea: "Amasaré la sangre y haré que haya huesos. Crearé una criatura salvaje, 'hombre' se llamará. Tendrá que estar al servicio de los dioses, para que ellos vivan sin cuidado". Kingu es condenado a morir por ser el jefe de la rebelión, y, con su sangre, Ea crea a la humanidad. En honor a Marduk se construyó el Esagila en el Etemenanki.

El poema es la historia de la eterna lucha entre el "Orden y el Caos", puesto que muestra el prototipo del guerrero que lucha contra el Caos, pese a no conseguir derrotarle nunca, por lo que la lucha es constante.

Por ello, Marduk, dios de la luz y el orden, debe vencer a Tiamat, quien representa a la oscuridad y el Caos.

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