La leyenda nos dice:
Una noche, los dos reyes del Connacht, Aillil y Maeve, se estaban acostando. Maeve entonces dijo a Aillil que tenía más bienes que él, y que por ello ella había de ser la reina de la provincia. Aillil, que tenía sueño, se acostó.
A la mañana siguiente, los dos reyes hicieron contar sus pertenencias. Se dio la casualidad de que Aillil y Maeve poseían el mismo oro, joyas, y ganado, mas Aillil ganaba por poseer un bello y fuerte animal: El Bello Cornudo. Por ello, Maeve se propuso conseguir un animal más fuerte y bello que éste. Mandó mensajeros a todas partes, y uno de ellos trajo la noticia de que existía un magnífico ejemplar, el Pardo de Cuailnge, en el Ulster, al norte. Maeve, entonces mandó mensajeros a Daré, el propietario pero Daré, le expulsó de su casa indignado por las palabras de los mensajeros. Y para colmo, Daré puso al Ulster como testigo de su gallardía. Pronto, Maeve hizo pactos con el Meath, el Munster, y el Leinster. La guerra se había declarado. Pero cuando Maeve mandó oteadores, antes de que cruzaran la frontera, Cúchulainn había acabado con ellos. Por ello Maeve pactó con Cúchulainn, que desde ese momento, defendería al Ulster durante medio día, y se retiraría a las montañas durante la mitad restante. Pronto, el Ulster cayó, y Maeve encerró al toro en un corral gigantesco. Pero éste, destrozó los muros y fue por toda Irlanda buscando al Bello Cornudo. Éste hizo lo mismo, y nadie salió de sus casas, hasta que, tras haber dejado Irlanda rota, se mataron el uno al otro en un sangriento combate. Cuando el Bello Cornudo expiró, el Pardo soltó un bramido tan fuerte que consumió todas sus fuerzas y lo mató a él también.
0 comentarios:
Publicar un comentario