El propio Fulcanelli dice en ella:
"Edificadas por los Frimasons medievales para asegurar la transmisión de los símbolos y de la doctrina herméticos, nuestras grandes catedrales ejercieron, desde su aparición, considerables influencias sobre gran número de muestras más modestas de la arquitectura civil..."
Arquitectura civil a cuyo estudio, como es sabido, se consagra Las moradas filosofales.
En todo caso, El misterio de las catedrales es un compendio exhaustivo de las materias y operaciones de la gran obra de los alquimistas.
Su primer capítulo trata de la materia prima de la obra, a la que muy poco veladamente, cita por su nombre y estudia.
El capítulo II, PARIS, está dedicado a "la cocción", a las operaciones, regímenes o como quiera llamarsele. Empieza por la preparación del disolvente y suministra preciosas indicaciones prácticas sobre las diversas fases. colores y confusiones que pueden originarse, pesos y proporciones, sobre los fuegos, sobre el vaso, las vías, la preparación del mercurio y su conjunción con el azufre.
El capítulo III, AMIENS estudia con cierto detalle el fuego y temperaturas necesarias, el atanor, la primera piedra, vuelve a insistir sobre la materia prima, analiza las condiciones de la generación...
En el capítulo BOURGES se habla del huevo filosófico, se explica el sentido alquímico del símbolo de San Cristóbal, de la fábula del Vellocino de Oro, del símbolo del roble.
Finalmente en el último capítulo LA CRUZ CÍCLICA DE HENDAYA, Fulcanelli habla de ciclos, de las cuatro edades del mundo y del no lejano fin de este ciclo por el fuego. Las breves CONCLUSIONES con las que acaba el libro son una serie de consejos sobre la actitud y espíritu que debe animar a los discípulos.
EL MISTERIO DE LAS CATEDRALES es un todo único en cuyas páginas, como en un rompecabezas, está dicho todo lo necesario, a falta de que el discípulo lo ensamble. Así lo afirma el propio Fulcanelli:
"Este es el gran misterio que hemos rozado a menudo en el curso de este estudio, troceándolo al azar de los emblemas, a fin de que solo el investigador perspicaz pueda conocer sus cualidades e identificar su sustancia."
Acabemos señalando que, pese al lenguaje extremadamente simbólico y metafórico propio del lenguaje hermético, el estudioso se encuentra ante un libro de una gran precisión y muy conncreto. Tal como dice en él el propio Fulcanelli:
"La ciencia que estudiamos es tan positiva, tan real y tan exacta como la óptica, la geometría o la mecánica, y sus resultados, tan tangibles como los de la química. Si el entusiasmo y la fe íntima le sirven de estimulantes y de valiosos auxiliares; si intervienen, por una parte, en la dirección y en la orientación de nuestras investigaciones, debemos, sin embargo, evitar sus desviaciones, subordinarlos a la lógica, al razonamiento, y someterlos al criterio de la experiencia. Recordemos que solo los trucos de los falsos y codiciosos alquimistas, las prácticas insensatas de los charlatanes, y la inepcia de escritores ignaros y sin escrúpulos, han arrojado el descrédito sobre la verdad hermética"
Miguel Angel Muñoz Moya.
El misterio de las catedrales: Fulcanelli
En el siguiente enlace se puede ver o descargar en una versión en español:
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