Howard Phillips Lovecraft
(1890 – 1937) fue un escritor estadounidense, autor de novelas y relatos de
terror y ciencia ficción. Se lo considera un gran innovador del cuento de
terror, al que aportó una mitología propia los mitos de Cthulhu, desarrollada
en colaboración con otros autores y aún vigente. Su obra constituye un clásico del terror cósmico materialista,
una corriente que se aparta de la temática tradicional del terror sobrenatural (satanismo, fantasmas), incorporando
elementos de ciencia ficción (razas
alienígenas, viajes en el tiempo, existencia de otras dimensiones). Cultivó
también la poesía, el ensayo y la literatura epistolar.
Este
libro ha formado gran parte, o mejor dicho es la base fundamental de “Los Mitos de Cthulhu”, una serie de
relatos de terror escritos por el autor antes mencionado, en este ciclo de
relatos cósmicos se usa este grimorio y libro mágico para invocar a los dioses
alienígenas a través de los rituales y oraciones que contiene el Necronomicon.
Este
libro tanto para mí como para otros muchos seguidores del escritor
estadunidense Howard Phillips Lovecraft (1890
– 1937), ha formado parte de nuestra dimensión psicológica, teniendo la
credibilidad completa al adentrarnos en la literatura
Lovecraftiana, tanto ha sido el grado que hemos formulado muchas hipótesis
y se ha concluido que este libro realmente existió y existe actualmente (aunque
no sepamos su ubicación geográfica).
Ahora
veamos algo de la historia del este grimorio mágico: El título original era Al-Azif, Azif era el término utilizado
por los árabes para designar el ruido nocturno (producido por los insectos) que, se suponía, era el murmullo de
los demonios.
El Necronomicón (en griego Nεκρονομικόv)
es un grimorio (libro mágico) utilizado por el escritor estadounidense Howard Phillips Lovecraft, uno de los
maestros de la literatura de terror y ciencia ficción. Es mencionado por
primera vez en el cuento El sabueso (The hound, 1922). Su presunto autor fue
el «árabe loco» Abdul Alhazred, cuyo
nombre figura en La ciudad sin nombre (The Nameless City, 1921).
Según
H.P. Lovecraft, el Necronomicón es
un libro de saberes arcanos y magia ritual cuya lectura provoca la locura y la
muerte. Pueden hallarse en él fórmulas olvidadas que permiten contactar con
unas entidades sobrenaturales de un inmenso poder, los Antiguos, y despertarlas
de su letargo para que se apoderen del mundo, que ya una vez fue suyo.
Muchos
hasta el día de hoy continuamos sumergidos en el mundo cósmico que H.P. Lovecraft nos mostró.
Pero
en realidad es difícil identificar la verdad y la mentira, Lovecraft nos muestra dos imágenes del Necronomicon, donde en 1927,
Lovecraft escribió una breve nota sobre la autoría del Necronomicón
y la historia de sus traducciones, que fue publicada en 1938, tras su muerte,
como Una historia del Necronomicón.
También nos muestra una serie de traducciones y versiones esparcidas en
diversas zonas geográficas del globo terráqueo, como por ejemplo que hacia el
año 950 fue traducido al griego por Theodorus
Philetas y adoptó el título actual griego, Necronomicón, también en el año 1228 Olaus Wormius tradujo el libro al latín, en la que es la versión
más famosa, pues (siempre según la
ficción lovecraftiana) aún quedan algunos ejemplares de ella, mientras que
los originales árabe y griego se creen perdidos -¿Pero realmente existieron o
desaparecieron?-.
A
pesar de la persecución, según Lovecraft
se realizaron distintas impresiones en España y Alemania durante el siglo
XVII. Supuestamente, se conservarían cuatro copias completas: una en la biblioteca Widener de la Universidad de Harvard, dentro de una
caja fuerte; una copia del siglo XV, en la Biblioteca
Nacional de París; otra en la Universidad
de Miskatonic en Arkham (EEUU) y otra en la Universidad de Buenos Aires. Además, quedarían algunos fragmentos
dispersos en Simancas.
Todas
estas son “pruebas de su “existencia”, datándonos este gran libro místico y
mágico, pero no olvidemos otra nota escrita por H.P. Lovecraft donde nos dice acerca de su existencia ficticia:
“Ahora bien, sobre
"los libros terribles y prohibidos", me fuerzan a decir que la
mayoría de ellos son puramente imaginarios. Nunca existió ningún Abdul Alhazred
o el Necronomicón, porque inventé estos nombres yo mismo. Luwdig Prinn fue
ideado por Robert Bloch y su De Vermis Mysteriis, mientras que el Libro de
Eibon es una invención de Clark Ashton Smith. Robert E. Howard debe responder
de Friedrich von Junzt y su Unaussprechlichen Kulten.... En cuanto a libros
escritos en serio sobre temas oscuros, ocultos, y sobrenaturales, en realidad
no son muchos. Esto se debe a que es más divertido inventar trabajos míticos
como el Necronomicón y el Libro de Eibon.”
De
hecho, el famoso árabe loco Abdul
Alhazred no es más que un apodo que él mismo se puso en la infancia,
inspirado en la reciente lectura de Las
mil y una noches (Alhazred = all has read, el que lo ha leído todo).
Lovecraft
logró hacer un excelente engaño al aportar datos respecto al Necronomicón. Por ejemplo, señalaba que
quedaban muy pocos ejemplares de tal libro "prohibido"
y "peligroso". En el cuento
"El horror de Dunwich" se
ubican ejemplares en la Universidad de
Buenos Aires, en la Biblioteca de
Widener de Harvard, la Biblioteca
Nacional de París, en el Museo
Británico y en la inexistente Universidad
de Miskatonic en la ciudad de Arkham
(que aparece repetidamente en los cuentos de Lovecraft). Tanto es así que muchos creen efectivamente en la
existencia de tal libro y se han dado casos de sujetos estafados al comprar los
supuestos "originales" del Necronomicón.
Sin
lugar a dudas, este libro tiene la fama de dar pie a las más grandes
confusiones. Se pueden encontrar páginas en internet que pretenden desvelar sus
misterios y hasta lugares donde se ofrece a la venta. Es frecuente que se
cometan estafas, ofreciendo "ejemplares del Necronomicón"
réplicas de grimorios medievales.
August Derleth
cuenta en su artículo "The Making
of a Hoax" cómo en la publicación "Antiquarian
Bookman" aparece un anuncio, en 1962, que dice:
“Alhazred,
Abdul. Necronomicón, España 1647. Encuadernado en piel algo arañada
descolorida, por lo demás buen estado. Numerosísimos grabaditos madera signos y
símbolos místicos. Parece tratado (en latín) de Magia Ceremonial. Ex libris.
Sello en guardas indica procede de Biblioteca Universidad Miskatonic. Mejor
postor.”
En
el mismo artículo se cuenta que una vez un estudiante gastó la broma de incluir
su ficha en el registro de la Biblioteca
General de la Universidad de California, en la sección BL 430, dedicada a
las religiones primitivas. Así el Necronomicón
fue pedido insistentemente (incluso por
profesores). Se dice que Jorge Luis
Borges creó una ficha sobre el mismo en la Biblioteca Nacional de Argentina, así como que en el catálogo de la
Biblioteca de Santander (España) aparecía también una versión
latina del libro.
Numerosos
escritores y artistas han intentado hacer realidad esta ficción, con lo que se
han publicado muchos libros con este título. Normalmente se procura mantener el
misterio y en el mismo libro no se incluyen aclaraciones explicando que es
falso. Algunos de estos necronomicones son simples listados
de los primigenios más conocidos, junto a símbolos y oraciones sin significado
imitando burdamente el estilo de Lovecraft,
pero existen también algunos muy cuidados, valiosos y dignos de colección. Por
problemas de derechos de autor, algunos de ellos no contienen las frases que Lovecraft inventó como citas del Necronomicón en sus relatos.
El
extraordinario dibujante H. R. Giger
publicó una recopilación de sus dibujos bajo el título Giger's Necronomicon, en dos volúmenes, en una edición muy cuidada
pensada para coleccionistas (encuadernados en piel negra, 666 ejemplares, con
un holograma escondido). La editorial española La factoría de ideas ha
publicado también con este título un libro de relatos escritos por seguidores
de Lovecraft. Cabe destacar el Necronomicón de Donald Tyson (publicado en 2004 por Edaf), escrito como la
biografía en primera persona de Abdul
Alhazred, siguiendo el estilo literario de los escritores árabes, y que
recoge y explica todos los mitos y ciudades que aparecen en los relatos de Lovecraft, incluyendo la explicación
del origen del mundo con el estilo trágico de Lovecraft.
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