La tranquila juventud en el valle creció,
Y sobre sus pensamientos arrojó un manto,
Amaneció en su espíritu un nuevo significado,
Y tuvo un sueño sobre una misión grande;
Pero Dios, en su infinita sabiduría, señaló
Con dedo severo la ruptura del proyecto.
Su vida es un fragmento -una pista incierta-
Su arpa tenía una cuerda armoniosa o dos,
La tensión fue enorme, surgieron y volaron,
Y unas pocas cuerdas -breves y dispersas-
Son todo lo que queda ante los ojos
De la maravillosa canción que el hombre joven conoció.
¡Si, aquellos que posean el sentimiento!
¡Una lágrima por ustedes!
Descansa, tu el mas triste de los cantantes, en paz -Adiós-
George Heath (1844-1869)
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