Al verse libre, Phury decide controlar la situación y rapta a Angelia para que permanezca en casa de Vane mientras descubren como atacaron al león…
Una vez en casa de Vane, Angelia aprende poco a poco una valiosa lección de humildad al ver lo increíbles que son los lazos que comparte la manada de Katagarias entre si; lo que le enseña que los verdaderos animales eran los Arcadios, ya que traicionaban y mataban por razones muy equivocadas; cuando los katagarias sólo lo hacen para proteger a su gente…
Una relación que surge entre ellos a base de perdonar los errores del pasado y de superar los traumas adquiridos; donde destacó la superioridad de emociones en Phury, ya que a pesar de que había sido traicionado, jamás pensó en regresar el daño y donde ella siempre se quedó corta para demostrar la misma entrega para con él…
Y no puedo terminar sin mencionar lo mucho que me agradó que aparecieran aquí personajes de los que me enamoré en sus respectivas historias… Para mejores ejemplos notar a Vane tan protector con toda su familia; y a Zarek, mi querido culo-psicótico listo para desmembrar a quien siquiera lo mire mal…
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