Envíame aquellos ojos que hace mucho perdí,
Pues ya largo tiempo han reposado sobre tí;
Desde entonces muchos males han aprendido,
Forzadas reacciones,
Y falsas pasiones
Fueron por tí,
Y si por tí nada bueno
Pueden ver, quédatelos para siempre.
Devuélveme mi corazón inofensivo,
Que ningún pensamiento indigno
Podría mancillarlo;
Y si por el tuyo fuese incitado
A burlarse
Del Amor,
A quebrar los cimientos
de la palabra y el juramento,
Quédatelo, pues entonces mío no será.
Pero devuélveme mi corazón y mis ojos,
Para que pueda sentir y ver tu falsedad,
Para que pueda reírme alegre y gozar
Cuando te ahogues en angustia,
Cuando languidezcas sucia
Por aquel
Que no desea ser,
O que como tú lo eres ahora,
Falso será.
The message, John Donne (1572-1631).
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